El afán religioso, la sobreprotección y el aislamiento hacen de Nachito un ser temible. Su necesidad de sentirse valorado como amigo lo lleva a cometer crímenes sin chistar. Nada consiguió su madre Rebeca alejándolo de "malas compañías". Nada consiguió llevándolo a misa ni prohibiéndose a si misma el ser mujer por no descuidar su ser madre y padre a la vez. Nachito se confunde. ¿Nació malo? ¿Se torció? Quién lo sabe. Papa no fue. Presencia ausente. Se aparece a Rebeca siempre como sombra sexual que amenaza su castidad de madre abnegada.